El actual Jefe de Gobierno porteño inaguró la calle “Mapuches” en la villa 31, donde los terrenos son usurpados, ignorando totalmente los conflictos actuales que se estan dando en el sur del país.
Larreta participó de la inauguración de un proyecto de urbanización de la Villa 31, un barrio porteño donde las casas son usualmente terrenos usurpados del estado argentino y viven más de 40 mil habitantes, en su mayoría inmigrantes de países limitrofes.
Junto a la ministra María Migliore, inaguraron la calle “Mapuches”, en un momento de controversia para el país, especialmente por la zona donde fue utilizado el nombre.
A traves de su plataforma de twitter, el jefe porteño twitteo: “En el Barrio 31 todas las casas ya tienen una numeración oficial. Eso significa que todas las familias del barrio tienen una dirección formal para poner en su DNI, en sus trámites o en su CV.”
¿Que está sucediendo en el sur?
Los reclamos étnico-territoriales que mantienen diversas comunidades mapuches en la Patagonia no son nuevos. La mayoría están vinculados con procesos económicos y sociales que suelen amenazar o restringir las tierras que muchas de esas familias ocupan ancestralmente. De hecho, muchas comunidades han podido ratificar la posesión ancestral y han conseguido la propiedad comunitaria por vías legales y pacíficas.
Sin embargo, lo que se viene observando en los últimos seis años en la región es un recrudecimiento de los conflictos a partir del surgimiento de grupos que eligen la violencia como método de lucha. Muchos de ellos ni siquiera son originalmente mapuches, sino que han “abrazado” la causa mapuche como si fuera propia y le han sumado características violentas.